los ultimos dias he pasado en chichicastenango, lugar mitico y maravilloso en las montañas occidentales. presento: una dedicacion a su gente, cariñosa, paciente, cordial, arrugada, llena de colores y sentimientos.
la inmensa fascinacion:
EL GRAN MERCADO, toda su magia incomprensible, como una niña ante el ansiosamente esperado show del mago misterioso con los ojos abiertos y el corazon latiendo.
sus movimientos bruscos y su eternidad, sus olores a incienso y pollo vivo, el canto del cura autodeclarado y los gritos de los vendedores ambulantes ofreciendo su mercancia insaciable...
rapido rapido! ya cambio la luz de dia por la penumbra debajo de las lonas pesadas, crespusculo de los pasillos del comedor, oscuridad amenazadora a la que el ojo se acostumbra lentamente viendo bichos raros en las esquinas.
y cambio otra vez! inesperada salida, ciego por la brusca aparicion del sol blanco.